Llego el momento de reconocer que las altas expectativas son perjudiciales para el ser humano. En el momento que te das cuenta ya no hay vuelta atrás. Si, hay que admitirlo y tienes que cargar con ello. Fastidia reconocer que has fallado e intentas remediarlo. Mientras seguirás esperando el momento ideal para volverte a hacerte ilusiones.

La opinión ajena me tiene perfectamente sin cuidado. 

Lo que los demás murmuren de mí no me ha hecho ni me hará variar jamás de conducta. Pero cuando he sabido que una persona me difamaba, le he retirado el saludo de un modo automático. Con este sistema, que recomiendo, me he suprimido el trabajo de hablar con mucho imbécil.

Sensación de satisfacción al darte cuenta que el destino esta de tu parte, sonriéndote a todos los sitios a donde vayas, siempre habrá las pequeñas excepciones que te harán pasar malos ratos pero no puedes olvidar esos buenos momentos que forman parte de la mayoría de tus recuerdos. No merece la pena tener ese rencor hacia las personas que una vez te fallaron, porque puede que luego después de todo ello, te ayudaran en los momentos que de verdad lo necesitabas. Tal vez no te hayas dado cuenta, pero hay pequeños desencuentros que te han avisado que la tormenta ya ha pasado, ahora toca que llegue la calma.