No me importa lo que te moleste a la vista, que pienses que soy despreciable o insoportable, que haya momentos en los que pierda el control de las situaciones, que me veas ahora mas feliz y distinta que en aquellos tiempos que solíamos llevarnos, que vayas por ahí dedicándome numerosos adjetivos despreciativos, nunca tuve la intención de ser bonita a los ojos de todos. No me voy a pasar la vida preocupándome de lo que piensen los demás, diciéndome a mi misma toda esa sarta de mentiras. Nos cohibimos a nosotros mismos por miedo a lo que puedan decir o pensar el resto. Intentamos modificarnos para satisfacer a los demás, engañándonos una y otra vez. Tenemos que aprender a ser fieles a lo que de verdad nos guste, a no intentar agradar todo el tiempo.